José
Antonio Fernández Martín es Licenciado en Ciencias Religiosas y
Diplomado en Educación Infantil. Es profesor de Religión desde el
año 1992 en Infantil y Primaria, en varios cursos de Secundaria,
profesor de Didáctica de la enseñanza religiosa en el CSET San
Pablo (Málaga) -Máster y DECA-, de Pedagogía y Didáctica de la
Religión en la DECA del CESAG (Mallorca). Es ponente en distintos
cursos de formación del profesorado a nivel nacional como
internacional con más de 600 horas de experiencia. Está
especializado en TIC, Competencias, Metodología didáctica y
Programación docente. También es autor de cinco libros y
colaborador en otros, así como colaborador habitual de revistas como
Religión y Escuela.
Hoy en
día, el modelo educativo se basa en la adquisición de Competencias.
¿Cómo definiría usted las competencias básicas?
En
España se concretó el modelo educativo bajo la adquisición de las
denominadas competencias básicas. Posteriormente, competencias
clave. Sin perjuicio de cómo se nominen, se puede hablar
directamente de competencias.
DeSeCo
(2003) definió el concepto competencia como “la capacidad de
responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas de
forma adecuada”. La competencia supone una combinación de
habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos,
actitudes, emociones, y otros componentes sociales y de
comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una
acción eficaz.
De ahí que se asocie este concepto al saber, saber hacer, saber
convivir y saber ser, los cuatro pilares de la educación según
Delors.
Cualquier
definición de competencia debe
reflejar estos cuatro aspectos. Por tanto, se podría definir
las competencias dentro
del modelo educativo como las
capacidades, destrezas y habilidades necesarias para resolver
situaciones de aprendizaje o del entorno de la persona.
El
profesor de religión se forma actualmente en el nuevo paradigma de
la adquisición de Competencias. ¿Cómo darlo a conocer a nuestros
alumnos?
Más
que darlo a conocer a nuestro alumnado, de lo que se trata es de
fomentar la adquisición y desarrollo de las competencias. Para
ello, considero que el proceso más fácil para que el profesorado
asimile una metodología basada en el modelo competencial es el que
propuse en Cómo
desarrollar las competencias básicas en el aula
(https://es.ppc-editorial.com/libro/como-desarrollar-las-competencias-basicas-en-el-aula)
comenzando por la inclusión de actividades efectivas para el
desarrollo de las competencias modificando o adaptando las del libro
de texto o bien creando nuevas; continuando con el trabajo por
tareas en el aula (metodologías worker)
y finalizando con la adopción de metodologías activas (aprendizaje
basado en proyectos, aprendizaje cooperativo, método de casos,
aprendizaje social, etc.).
Reflexionar
sobre las consecuencias organizativas y didácticas, ¿a qué
conclusión final nos conduce?
La
reflexión debe tener en cuenta las características de nuestro
alumnado, la de nuestra área, la de nuestra práctica educativa
como docentes… situarnos en la realidad nos ayudará a tomar
decisiones metodológicas más acertadas. La propia experiencia es
la que demanda un cambio en
nuestra metodología. No es cuestión de buscar las causas, sino de
aportar soluciones. Hay palabras que siempre surgen en los cursos de
formación: motivación del alumnado, implicación, esfuerzo,
trabajo… Bajo un modelo competencial, el alumnado no pregunta para
qué tiene que estudiar ciertos contenidos… saben que necesitan
aprender esos contenidos porque los van a aplicar a una situación o
tarea propuesta. El hecho de hacer
algo (producto) es
mucho más motivador para el alumnado que abrir un libro, leer
y descargar información
en un examen. No hay milagros, siempre habrá quien no esté
interesado en aprender, pero si logramos la implicación de más
alumnos que con métodos tradicionales, algo habremos mejorado…
No
hay que olvidar el aspecto motivador de la imagen, de las TIC…
nuestros alumnos son nativos digitales.
¿Cómo
desarrollar las Competencias Básicas en el aula?
Creo
que en las respuestas anteriores he aportado bastantes pistas. No
hay recetas mágicas porque todo depende del alumnado y del docente.
Tenemos la experiencia que las actividades diseñadas para el grupo
A de un nivel, no da el mismo resultado que en el grupo B del mismo
nivel… Si es a primera hora o en últimas sesiones del día o de
la semana…
A
modo de conclusión, reseñaría algunas claves a la hora de diseñar
actividades, tareas o proyectos y que garantizan el desarrollo de las
competencias en el aula.
¿Cómo
saber si desarrollas las competencias?
Si
haces pensar al alumnado
Si
la actividad del alumnado supone la mayor parte del tiempo de las
clases.
Si
hay curiosidad por conocer más sobre un concepto trabajado en el
aula.
Si
el aprendizaje es cooperativo.
Si
desarrollas los distintos tipos de inteligencia.
Si
siempre quieres saber más.
Si
estás abierto a probar
cosas nuevas en
el aula.
Si
mantienes la ilusión por educar
Muchísimas
gracias por su tiempo José Antonio por compartir con nosotros su
visión sobre las Competencias.
Àngela
Ferrà
Llicenciada
en Ciències Religioses
Professora
de Religió.